Fabel and Mister Papi

San Borondón, isla mágica. Story by Javichi Titiritero

San Borondón, isla mágica.

Isla situada en el Atlántico, mar a dentro a 100 leguas de la isla de la Gomera. Fue descubierta cuando San Borondón y otros cuatro ermitaños abandonaron Irlanda en el siglo V porque la gente hacia caso omiso de su prédica. San Borondón se asomó a la Punta del Este y vió a lo lejos el mar de las hadas y las islas mágicas, que llamó “benditas” y con sus cuatro compañeros navegó hasta alcanzarlas.

La isla descansa sobre pilares de basalto negro, otros de serpentina verde y roja y otros ribeteados de arenisca roja, amarilla y blanca. La isla está cubierta de cedros, donde anidan numerosas aves.

Bajo el nivel del agua hay muchas cuevas y grutas. Todas están tapizadas de algas de color carmín, púrpura, pardo y verde, y sus suelos están recubiertos de arena blanca.

En las cuevas de la isla de San Borondón viven los niños de Agua, tan numerosos que se pierde la cuenta, son niños pequeños que fueron adoptados por las hadas buenas porque sufrían abusos, crueldades o negligencias cuando estaban a cargo de sus padres o maestros, y a también niños que murieron de enfermedades como la escarlatina. Todos ellos se transforman en Niños de Agua después de dormirse profundamente y quitarse de encima sus cuerpecillos, que son simples carcasas. Les crecen agallas como a los peces y se vuelven anfibios. Estos niños de Agua son muy pequeños – miden menos de diez centímetros- y son los que decoran los estanques de piedra con anémonas marinas, corales y algas, y hacen en las rocas hermosos jardines que se ven cuando baja la marea. También ayudan a las peces y animales marinos que se meten en problemas.

Los Niños de Agua recibieron durante siglos las enseñanzas de San Borondón y sus compañeros. Todos los domingos salían de sus cavernas y asistían a la escuela dominical especialmente organizada para ellos.

Paso el tiempo, y los ojos de San Borondón se debilitaron y su barba creció tanto que dejo de caminar por medio a pisarla. Hasta que un día, el los otros ermitaños se quedaron dormidos a la sombra de los cedros, donde los viajeros pueden verlos aun hoy. De vez en cuando, el canto de los pájaros es tan estridente que los ancianos se agitan en su sueño y mueven los labios como si entonaran himnos. Desde que San Borondón se durmió, las hadas marinas que cuidan la isla educan a los niños de Agua. Rige a las hadas su amada reina Anfitrite.

De noche, vigilan las cuevas submarinas de los Niños de Agua las serpientes de agua, criaturas hermosas vestidas de terciopelo rojo, negro y verde. Sus cuerpos están anillados y muchas poseen hasta trescientos cerebros, lo cual hace de ellas excelentes detectives; otras tienen ojos en cada una de sus articulaciones. Cuando ocurre algo desagradable las serpientes se lanzan al ataque y todo un arsenal de cuchillos y armas diversas surge en cada uno de sus innumerables pies. El intruso que se aventure cerca de la isla con malas intenciones tendrá que huir para salvar su vida o arriesgarse a que las serpientes lo corten en pedacitos y se lo coman. Los cangrejos se ocupan de limpiar las cavernas, devorando los restos que quedan por el suelo; las anémonas de mar, las madréporas y los corales que viven en las rocas mantienen limpia y pura el agua

Todos los niños de Agua van a la escuela y, al igual que los chicos terrestres aprenden sus lecciones, pero en su caso estas son amenas y sin palabras difíciles, y, por eso se divierten aprendiendo. Cuando no están en clase los Niños de Agua juegan todo el día. Cierto es que de ellos se espera que sean buenos y que la señorita Seteharalomismoquetuhiciste vigila su comportamiento. Esta visita la isla todos los Viernes, es muy alta y muy fea y lleva una larga vara de abedul que jamás usa con los Niños de Agua. Siempre sabe lo que han hecho y hasta lo que están pensando, y los castiga o los recompensa según el caso. Premia a los buenos con pasteles, manzanas, caramelos o helados de mar. Los niños de Agua desobedientes no reciben nada, y si se han portado muy mal, puede que la piel se les llene de púas. A la señorita Seteharalomismoquetuhiciste no le gusta administrar estos castigos, pero fue programada como una máquina y debe ser fiel a su naturaleza. Cuenta la leyenda que es tan vieja como la eternidad y que vivirá por siempre; solo cuando todo el mundo sea bueno será ella hermosa. Entre sus obligaciones figura la de convocar a todas las personas – padres, maestros y médicos- que maltrataron o hirieron sin darse cuenta a los niños para castigarlos con una dosis de su propia medicina.

Otra visitante asidua que llega todos los domingos, es la señora Hazloquetegustariaquetehicieran, hermana de la senora Seteharalomismoquetuhiciste. Es alta como su hermana, y en su rostro lleva la expresión más dulce, amable y alegre del mundo. Esta apoya en su regazo a los Niños de Agua que se han portado bien durante la semana y los acuna y juega con ellos. Su cariño es quizás la mejor de todas las recompensas por haberse portado bien.

Todos los Niños de Agua hablan el idioma acuático, que les permite comunicarse con los peces y demás animales marinos.

(Charles Kingsley, the Water-Babies: a fairy tale for a Land-Baby, London 1863)

San Borondón, isla mágica.

Isla situada en el Atlántico, mar a dentro a 100 leguas de la isla de la Gomera. Fue descubierta cuando San Borondón y otros cuatro ermitaños abandonaron Irlanda en el siglo V porque la gente hacia caso omiso de su prédica. San Borondón se asomó a la Punta del Este y vió a lo lejos el mar de las hadas y las islas mágicas, que llamó “benditas” y con sus cuatro compañeros navegó hasta alcanzarlas.

La isla descansa sobre pilares de basalto negro, otros de serpentina verde y roja y otros ribeteados de arenisca roja, amarilla y blanca. La isla está cubierta de cedros, donde anidan numerosas aves.

Bajo el nivel del agua hay muchas cuevas y grutas. Todas están tapizadas de algas de color carmín, púrpura, pardo y verde, y sus suelos están recubiertos de arena blanca.

En las cuevas de la isla de San Borondón viven los niños de Agua, tan numerosos que se pierde la cuenta, son niños pequeños que fueron adoptados por las hadas buenas porque sufrían abusos, crueldades o negligencias cuando estaban a cargo de sus padres o maestros, y a también niños que murieron de enfermedades como la escarlatina. Todos ellos se transforman en Niños de Agua después de dormirse profundamente y quitarse de encima sus cuerpecillos, que son simples carcasas. Les crecen agallas como a los peces y se vuelven anfibios. Estos niños de Agua son muy pequeños – miden menos de diez centímetros- y son los que decoran los estanques de piedra con anémonas marinas, corales y algas, y hacen en las rocas hermosos jardines que se ven cuando baja la marea. También ayudan a las peces y animales marinos que se meten en problemas.

Los Niños de Agua recibieron durante siglos las enseñanzas de San Borondón y sus compañeros. Todos los domingos salían de sus cavernas y asistían a la escuela dominical especialmente organizada para ellos.

Paso el tiempo, y los ojos de San Borondón se debilitaron y su barba creció tanto que dejo de caminar por medio a pisarla. Hasta que un día, el los otros ermitaños se quedaron dormidos a la sombra de los cedros, donde los viajeros pueden verlos aun hoy. De vez en cuando, el canto de los pájaros es tan estridente que los ancianos se agitan en su sueño y mueven los labios como si entonaran himnos. Desde que San Borondón se durmió, las hadas marinas que cuidan la isla educan a los niños de Agua. Rige a las hadas su amada reina Anfitrite.

De noche, vigilan las cuevas submarinas de los Niños de Agua las serpientes de agua, criaturas hermosas vestidas de terciopelo rojo, negro y verde. Sus cuerpos están anillados y muchas poseen hasta trescientos cerebros, lo cual hace de ellas excelentes detectives; otras tienen ojos en cada una de sus articulaciones. Cuando ocurre algo desagradable las serpientes se lanzan al ataque y todo un arsenal de cuchillos y armas diversas surge en cada uno de sus innumerables pies. El intruso que se aventure cerca de la isla con malas intenciones tendrá que huir para salvar su vida o arriesgarse a que las serpientes lo corten en pedacitos y se lo coman. Los cangrejos se ocupan de limpiar las cavernas, devorando los restos que quedan por el suelo; las anémonas de mar, las madréporas y los corales que viven en las rocas mantienen limpia y pura el agua

Todos los niños de Agua van a la escuela y, al igual que los chicos terrestres aprenden sus lecciones, pero en su caso estas son amenas y sin palabras difíciles, y, por eso se divierten aprendiendo. Cuando no están en clase los Niños de Agua juegan todo el día. Cierto es que de ellos se espera que sean buenos y que la señorita Seteharalomismoquetuhiciste vigila su comportamiento. Esta visita la isla todos los Viernes, es muy alta y muy fea y lleva una larga vara de abedul que jamás usa con los Niños de Agua. Siempre sabe lo que han hecho y hasta lo que están pensando, y los castiga o los recompensa según el caso. Premia a los buenos con pasteles, manzanas, caramelos o helados de mar. Los niños de Agua desobedientes no reciben nada, y si se han portado muy mal, puede que la piel se les llene de púas. A la señorita Seteharalomismoquetuhiciste no le gusta administrar estos castigos, pero fue programada como una máquina y debe ser fiel a su naturaleza. Cuenta la leyenda que es tan vieja como la eternidad y que vivirá por siempre; solo cuando todo el mundo sea bueno será ella hermosa. Entre sus obligaciones figura la de convocar a todas las personas – padres, maestros y médicos- que maltrataron o hirieron sin darse cuenta a los niños para castigarlos con una dosis de su propia medicina.

Otra visitante asidua que llega todos los domingos, es la señora Hazloquetegustariaquetehicieran, hermana de la senora Seteharalomismoquetuhiciste. Es alta como su hermana, y en su rostro lleva la expresión más dulce, amable y alegre del mundo. Esta apoya en su regazo a los Niños de Agua que se han portado bien durante la semana y los acuna y juega con ellos. Su cariño es quizás la mejor de todas las recompensas por haberse portado bien.

Todos los Niños de Agua hablan el idioma acuático, que les permite comunicarse con los peces y demás animales marinos.

(Charles Kingsley, the Water-Babies: a fairy tale for a Land-Baby, London 1863)

Goodbye Amsterdam

Bueno, I have to start packing all my house in boxes, since I'm gonna leave my most beloved little palace by the 1st of July to move into the boat. It feels quite surreal to leave this place. Together with my best friends I lived here for a year (I have always been a wanderer, even in the city-life. I've never stayed on one place for longer than a year;). It used to be an old factory and it's huge. We use it for living and working-space. I have my atelier next to my bedroom, which is great! That way I could float each morning smoothly from dream into creation. We live just out of town, on a little piece of green land. A woman who once came to visit us, said that this place reminded her of Surinam (at least one little bit of freedom in this crowded city). Swings and hammocks dance between the old trees in front of the house. It's a beautiful and peaceful place, this house, but eventhough I was born in the very centre of this town, I've never felt quite at home here. I always felt a stranger in my own country and felt the most at home in my day dreams of distant cultures and far away lands. From the moment I made my first voyage, I felt I came home. Not in some specific place but on the road. On the road I find peace and a clear feeling of purpose, since it's such a symbolic methaphore for how I stand in this life. I feel the urge to discover and to learn as much as possible about all the different people, places, treasures of this planet and the urge to discover or at least search the 'unknown' and the 'presumed invisible'. On the road, with no set destination but following the wind and the symbols each moment, I feel my specific road unfolding herself with each new step I take and with that the mystery of life. Strangely enough I feel more confident and trustful when I don't know what tomorrow will bring than when my agenda predicts me the menu for tomorrow. Agenda's make me feel emprisoned and cut off from my intuition. And since the Dutch even check their agenda's for making an appointment with a lover or a friend, I was never able to escape the habit of planning the mystery of tomorrow within the borders of my hometown. So for being able to feel free I need to escape this town. But that doesn't mean that I don't love this town and her citizens. I adore Amsterdam and the Amsterdammers. I truely believe the Amsterdam spirit is still one of the most tolerant and free foughted of the world. But she is slowly fading out. Extreme intolerance and extreme right visions slowly ban the free thinkers from the place where they once liberated themselves. It is very painful to see how this city rapidly changes into one big shoppingmall and her citizens into fanatic consumers. There is harly any time left to fight for personal or collective ideals since we are completely absorbed by the agressive process of making more and more money. Whether we want it or not. Wheter we are aware of it or not. It makes me angry and sad to see how many people who once stood on the baricades and sang for freedom and tolerance now gave up and just fight for their personal comfort. They are not to be blamed. The machine just turned them off or hypnotized them or brought them to sleep. The other and more positive side is that the few that do keep standing up and fight their own fight do that in a more refined and distinguished manner than ever. A lot of persistence and creativity is required to keep your head up and still believe that a better world is possible. And I admire those who find that strength within themselves. Since Amsterdam has a long history in the fight for freedom, many freedom searches come this way to try to liberate themselves. But sooner or later they find themselves in the mazes of intolerance and withing the fine, often invisible borders of collective supervision. I see it in the art-scene of Amsterdam. Most of it is so boring that it's even not worth anymore to visit exhibitions and performances. To my opinion the Amsterdam Art scene is rather dead, or at least in a deep deep sleep. And I don't think there is so much to do about it from within, since we're all quite manipulated and hypnotized by the 'tempering our spirits' coffee companie at every corner of the street. I don't know what they put in their cappucino's but it must be something that makes all those 'oh so interesting graphic designers and hot video artists' feeling very comfortable and make their urge to critisize transform into coffee-company-followers. The are our promise in the arts. Again they aren't to be blamed. It might really be something in the coffeeblend but that doesn't change the situation. I think, if we really want to bring some new and hopeful energy into our art-scene and liberate ourselves from our refined cappucino self sensure (since we're all day hanging out on those terraces we have not so much time left for our true passion, do we?) we have to get out of here and go and see the world! There is so much to learn from cultures that to our idea are minor and underdeveloped from ours, from countries that are our so called infuse-babies and still need to progress into the 'democratic' and 'free' war-machine that we are. There is so much ancient knowledge to discover. Information that we've lost in our '(d)evolution'. With bended heads and open eyes we should get out there and ask: Will you please forgive us for our misunderstandings. We thought we were the kings of the world, but we realise now that we are the slaves of very destructive system. Will you please forgive us for our superior attitude over the last twothousand years? And will you please introduce us to Your visions and believes? It might be time for exchange. We've been trying to bring you to submission for a very long time now. We now realize that our teachings have done quite some harm. We are now here to submit to a new and unknown way of facing the ever changing reality. Will you show me who you are. Will you teach me about yourself and will you introduce me to your world? Let's go out there and ask these questions and come back to Amsterdam (and the rest of Europe) and apply our discoveries of ancient knowledge and respect for life and others to our lifes.

South Sea Vagabonds and preparing for departure

Today I woke up in a heatwave! Summer has finally reached Amsterdam. I drink my coffee in the sun and I finish John Wray's South Sea Vagabonds. Oh, how much I would love to be out there now, at sea, under a clear blue sky, following the breathe of the Trade Winds! This weekend me and Mister Papi, the former owner of the Rana and now a good friend of mine, will finish some last little things on the boat. We're painting her in fresh bright colors and we're fixing the exhaust system of the engine. The boat is almost ready to leave! This summer Mister Papi and I will do a long 'sea-trial' on the Waddenzee and we'll visit all the 'Dutch Wadden-Islands' to perform and to collect miraculous stories from the Island people from below sea-level. This trip will be my initiation onboard of the Rana. Mister Papi will teach me everything I need to know about the boat he build up so solidly and carefully over the last 28 years. He is a real Chepetto and I feel so blessed that his miraculous creation will be tranferred to my care. He teaches me all about the character and habits of the boat. All little tricks and hidden secrets.... And he tells me the stories of the voyages and adventures they've lived together. It's true, a wooden boat is like a living creature, a Pinochio that comes alive under the hands of it's builder. It has it's personality, it's history, it's passions and it's habits. To me a boat (when it's a 'real' boat, not one of those factory made plastic bath tubs) feels most like a whale. A pacifistic hunter. When I was a little girl I always believed that a boat was a sea animal. When I had my first canoe and went paddling on the ditches next to our house, I remember, I always imagined I went for a long discovery voyage on the back of my best whale friend, the canoe. We had long conversations about our shared experience, about the feeling of the water and the other animals around us. When I once crossed the Atlantic, a whale swam along the side of our boat for hours, it really felt as if that the boat and the whale were friends or lovers. To me the Rana feels like an old friend whom I haven't seen for a long time. We now have to catch up on each other and Mister Papi is the intermediair.

Bye Bye Fort Alegria aan de Amstel!

Bueno, I have to start packing all my house in boxes, since I'm gonna leave my most beloved little palace by the 1st of July to move into the boat. It feels quite surreal to leave this place. Together with my best friends I lived here for a year (I have always been a wanderer, even in the city-life. I've never stayed on one place for longer than a year;). It used to be an old factory and it's huge. We use it for living and working-space. I have my atelier next to my bedroom, which is great! That way I could float each morning smoothly from dream into creation. We live just out of town, on a little piece of green land. A woman who once came to visit us, said that this place reminded her of Surinam (at least one little bit of freedom in this crowded city). Swings and hammocks dance between the old trees in front of the house. This lovely house with my most beloved friends. I'm gonna miss you!

Bon Voyage!

This blog will be my personal logbook on my life and experiences around project Fabel. Therefore the name Helena Fabel.

Here I will post messages and texts which are not being posted on my Fabel blogbook but are very relevant to me as an artist and person Helena.

Some of the messages and texts, or parts of them, that I will post on this blog I will also post on my Fabel blogbook. This blog though is one for private use and will be the source of the articles, books and poems I will write during and after my experiences during project Fabel. Also I will post here the story and the background of my creation Fabel. And poems, sms's, emails to and from lovers, friends and family. This way I'll have all the writings related to project Fabel and my private life in the period of the project, collected on one place: this blog.

Bon Voyage!

Helena Fabel